El día volvió a amancer lloviendo por tercera jornada consecutiva. Otro día de alegría, salvo para este alcotán que soportaba la lluvia como podía sobre unos cables cerca de Tordueles.
En los campos de Zael me esperaba la sorpresa del día, un joven elanio. Durante el último mes se han visto varios por la provincia, incluso han llegado a criar varias parejas, por lo que suponía que tarde o temprano caería alguno en una zona tan buena para la especie como esta. El elanio siepre es un pájaro que me pilla de sorpresa. Hoy fue comiendo el bocadillo a media mañana, mientras me resguardaba de la lluvia debajo de un viejo pino. Pasó a lo lejos, por lo que tuve que salir pitando para intentar acercarme. Menos mal que se cebó a hacer cernidos en un perdido cercano y pude llegar para hacerle esto.
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Antes del elanio, venía ya contento porque acababa de ver dos cercetas comunes en el Arlanza, a la altura de Tordómar. Se que es una especie común, pero aquí no lo debe ser tanto cuando es la primera vez que la veo en dos años y medio de control del lugar. Pude hacerle una foto a una de ellas. Volaban inmersas en un grupo de una cincuentena de azulones.
Y otra especie en paso, el aguilucho lagunero. Este cazaba en unas alfalfas de Santa Cecilia, en el mismo campo donde también lo hacían dos aguiluchos pálidos, un adulto y un joven. Este lagunero, para mí, es un macho de segundo año. A lo mejor en la foto no se aprecia mucho, pero es lo que vi en el campo.
