Ayer me entregaron este cárabo que apareció en la periferia de Lerma, en una arboleda de ribera junto al río. Es un jovenzuelo que se encontraba en plenas facultades físicas. Quizá en el momento en que se lo encontraron, estaba aturdido por algún motivo, pero en el examen que le hice por la noche estaba perfectamente.
Todas las rapaces nocturnas de España, son muy nidífugas al nacer y, el cárabo, especialmente. A los pocos días y todavía con el plumón, ya andan por las ramas de los árboles, solicitando a sus padres con sus gritos, la ración de roedores diaria.
Por esta razón, mucha gente se encuentra pollos o jóvenes de cárabo, mochuelo o lechuza que, aparentemente y solo ha nuestra vista, están abandonados pero, nada más lejos de la realidad. Los dos padres no estarán muy lejos mirando, extremecidos, como un humano mete a su retoño en una caja.
Los hay con suerte que, como este, son recogidos por una amable persona sin malas intenciones, pero otros acaban muertos y disecados, torturados por jóvenes sin escrúpulos o destinados a una jaula de por vida. Así que, como vi que este estaba sano, a media noche lo devolví a su lugar de origen y lo subí a lo alto de un sauce...
NUNCA RECOJÁIS DEL CAMPO UN POLLO O UN JOVEN DE RAPAZ NOCTURNA, NO ESTÁ SOLO NI ABANDONADO.
Por cierto, las fotos están hechas con el movil.
