El pasado día 12 de abril, localicé esta pareja de mochuelos cerca de la localidad de Tordómar. Estaban posados cerca de donde tienen el nido y se mostraban muy confiados a pesar de ello, por lo que aproveché a tirarles unas fotos.
En las dos primeras se ve a los dos individuos. La hembra es la de la izquierda y el macho el de la derecha.
Han decidido criar, al igual que el año pasado, en uno de los montones de piedras que se forman al ir sacando las mismas de los campos de labor, para evitar que destrocen los arados de los tractores. Estos montones les ofrecen multitud de huecos donde refugiarse en invierno y criar en primavera y verano, como es el caso.
La hembra suele estar incubando mientras el macho vigila en lo alto, medio aletargado. En estas fotos los veis más activos por ser ya la última hora de la tarde.
En estas otras fotos, un detalle del macho. No tuve la fortuna de que me mirara de frente, denotando así que estaba relajado ya que yo no le llamaba la atención a pesar de estar a escasos 15 metros y en campo abierto.
Y la siguiente la pongo precisamente por todo lo contrario. Casi siempre se nos muestran los animales de frente o de un perfil perfecto, tipo guía de campo. Pero pocas veces podemos apreciar otros detalles. Os he puesto esta foto de la nuca de un mochuelo para que os fijéis, quien no lo haya hecho alguna vez ya, en las manchas que tiene en la misma. Se piensa que estas manchas imitan un par de ojos, para que los depredadores interpreten que el mochuelo nunca los pierde de vista aunque, en realidad, les está dando la espalda y, así supuestamente, aumentar la posibilidad de no ser atacados por estar en constante sentido de alarma.