Hoy he vuelto a ver al que, creo, es el mismo elanio que pude observar durante todo el mes de octubre cerca de Zael. Pero esta vez está a un kilómetro hacia el oeste, aproximadamente, de donde lo encontré sedimentado en su momento. Parece que está muy aquerenciado a esta zona, ya que tiene unos posaderos fijos y vuela de unos a otros mientras busca comida.
En esta primera foto podéis ver su estampa típica cuando se cierne, dejando colgar las patas.
En esta, vuela mientras no me pierde de vista.
Y, al final, posado sobre un rosal.
Nada más interesante en esta jornada. Solo os dejo una foto de un cernícalo vulgar macho, justo depués de levantar el vuelo del suelo tras intentar capturar una presa sin éxito, como se puede apreciar, pues no lleva nada entre las garras.