Y oscura también ha sido esta lavandera blanca de la subespecie inglesa yarrellii. Me la he encontrado en el mismo cerramiento de vacas de Báscones del Agua que las que controlé a primeros de noviembre del año pasado, o sea, al comienzo de este inverno. Este lugar es bueno para la especie ya que, además de esta, había varios ejemplares de la subespecie nominal. En cuanto al datado y sexado del ejemplar, me atrevería a decir que podría tratarse de una hembra que esta mudando de primer invierno a primer verano. Vemos que la muda de sus plumas de vuelo está en pleno apogeo lo que le da un aspecto muy particular a sus flancos alares. Además su copete negro no está completo y en su parte superior aún es gris, lo que le da un aspecto como de tener coronilla. Si fuera un macho de esta misma edad, tendría multitud de motas negras en su dorso y la extensión del negro de su nuca llegaría más abajo. Para separarla de la subespecie nominal alba, en este estado de muda, me he basado en el blanco inmaculado de sus cobertoras medianas, la extensión del gris oscuro a los lados de su cuerpo y en el obispillo negro (no apreciable en las fotos, solo tímidamente en la primera, pero sí en vuelo).
Por lo demás todo sigue igual. Continúa el andarríos grande en las charcas de Torrecilla del Monte y ha reaparecido la garceta grande en su lugar habitual (no la veía desde el día 7). Foto de la ardeida.
Y unas corcitas...
Mi afán de estos días es dar con los primeros estivales ya que estamos en fechas de llegada de abubillas, aviones roqueros y milanos negros.
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