21/03/2011. Espátula y siete especies de limícolas

¡Otro día con trabajo acumulado! Y es que no se como definir lo de hoy. ¿Cuántas veces me he quejado de lo duro que es el pajareo en esta tierra? ¿Cuántas veces me ha tocado escribir algo sin tener mucho que contar? Pues hoy, sencillamente, casi seguro que habrá sido el mejor día que he vivido aquí en los cuatro años que llevo buscando pájaros en la vega del Arlanza. Y es que han sido nada menos que 5 las especies que he conseguido añadir hoy a la lista de las aves observadas aquí. Pero, como tengo mucho que contar, iré por partes. Hoy, en vez de comenzar por lo más importante, lo haré por el orden de observación.

En la ya famosa charca temporal junto al pueblo de Mahamud, me esperaba la primera sorpresa del día. Y es que descansaba de su periplo migratorio hacia el norte, nada menos, que una espátula común con un precioso plumaje nupcial. Nadie antes había visto esta especie por aquí, al menos, que se sepa y según la bibliografía. Foto del ave.

Pero eso no es todo ya que, además de una docena de avefrías que también descansaban en el lugar, había nada menos que 10 combatientes. Marzo es, por excelencia, el mes de paso por nuestro país de esta especie pero nunca pensé que podría encontrármela aquí. Es una lástima que ninguno de los machos tuvieran ya adquirido su impresionante plumaje nupcial. Tampoco ha sido citada nunca antes esta especie aquí. Foto de los mismos.

Y, viendo como estaba el tema de caliente en el agua, me he ido pitando a la balsa de riego de Tordómar, y no ha defraudado. Nada más llegar, dos gaviotas reidoras sobrevolaban la lámina de agua y cuatro cercetas comunes (dos machos y dos hembras) nadaban sobre la misma.
Pero han sido tres puntos blancos y negros al fondo del humedal lo que ha llamado mi atención, ¡cigüeñuelas!. También la primera vez que se citan en la comarca. Foto.

Y en ello estaba cuando... de una orilla que quedaba oculta de mi vista, han salido ocho preiosas avocetas, pariente cercano de las cigüeñuelas. Maravillosos estos pájaros cuando vuelan en grupo... Foto.

He recorrido alguna charca más sin añadir nada nuevo, así que me volví hasta Mahamud, ya pasado el mediodía, para intentar hacer fotos de la espátula con otra luz más a favor que la de la mañana. Cuando he llegado no había ni rastro de la zancuda, ni de las avefrías, ni de los combatientes. Pensé que algo o alguien habría levantado todo pero... ¡sorpresa! Casi a mis pies aguantaba un precioso archibebe oscuro en plumaje invernal aún (que es absolutamente negro en nupcial, claro). Primera cita conocida para la comarca también. Ha aguantado unos 10 segundos antes de irse a la orilla opuesta, lo justo para unos rafagazos de mi cámara. Cuando la luz y la distancia son óptimas aunque no den tiempo, pasa esto, foto.
¡Ya no podía más! Vaya mañana llevaba. Y cuando aún estaba disfrutando mi precioso archibebe oscuro, cayó del cielo mi querida espátula, dándose un par de pasadas para que puediera hacerle la foto que veís (y tengo más...).

Relamiéndome estoy todavía... Más fotos, una de las gaviotas reidoras de Tordómar. De las dos, una estaba en plumaje aún de invierno y otra en plumaje nupcial (la de la foto). Ambas eran adultas y, al rato, han desaparecido dirección norte.

Esta es una de las cercetas comunes, uno de los machos.

Y, además, otras cosas interesantes como dos andarríos grandes en la balsa de Tordómar y otros dos en una charca temporal en Santa Cecilia. La fenología de hoy está compuesta por mi primera observación de avión zapador, un ejemplar cerca de Lerma. Y, a primera hora de la mañana, pasó este grupo de 35 cormoranes grandes dirección norte.

Los limícolas son una de mis familias de aves favoritas pero el problema es que no puedo disfrutar de ellos en mi lugar habitual de birding, salvo hoy que he podido observar siete especies: combatiente, cigüeñuela común, avoceta común, archibebe oscuro, andarríos grande, chorlitejo chico y avefría europea. Un día para recordar, no sabía si estaba en el Arlanza o en algún humedal importante y esto se agradece en un sitio donde los limicoleros tenemos que sobrevivir entre alondras y ratoneros...