"Por San Blas, la cigüeña verás", más que nada porque ha pasado aquí todo el invierno... Esta ha sido al tónica general para esta especie durante los últimos años. Los vertederos junto a las grandes ciudades y pueblos, y los cambios en los requisitos tróficos de la especie así lo han permitido. Hasta el cierre de la mayoría de los vertederos era normal ver una cantidad importante de cigüeñas en las ciudades durante todo el año, ya sea durante los calores de agosto, o bajo una nevada en enero.
Pero ahora los vertederos se cierran y las cigüeñas blancas están recuperando sus hábitos alimenticios tradicionales y, con ellos, recuperan su fenología migratoria. Si, bien es cierto, no todos los ejemplares se van, esta tendencia parece que va a ser la tónica durante los próximos años. Otros se marchan en julio y, aunque se agrupan en grandes bandos y bajan al sur de nuestro país, no salen de él; para volver ya en octubre-noviembre. Quizá esto último sea una reminiscencia de su pasado viajero.
Varios de los nidos, de la zona media del Arlanza al menos, están vacíos. Quizá los nidos más cercanos a la sierra, donde nace el río, lo estén totalmente... Pero siempre se quedan varios ejemplares a pasar el invierno entre nosotros. Además, ahora ya no es raro verlas retomando sus modos de caza y pesca, buscando roedores en los campos de labor o, pescando peces y anfibios en las riberas de ríos y lagunas. Se acabó lo de rebuscar entre la basura un trozo de hamburguesa con queso, o una alita de pollo que llevarse al pico.
Hay cigüeñas en Lerma, Bascones del Agua, Quintanilla del Agua, Tordómar, Villahoz, Escuderos, Villalmanzo, Santa Cecilia... donde han sido tomadas estas fotos durante estos últimos días. Y casi todas ellas pasan la noche en sus nidos. Otras se ven durante el día formando un grupo que oscila entre los 8-15 ejemplares alimentándose en los campos, en una zona entre Lerma, Quintanilla del Agua y Revilla-Cabriada.