Tasugo es uno de los nombres vernáculos con los que se conoce en España al tejón ibérico. Es un carnívoro de tamaño medio, el mayor de los mustélidos de nuestro país (familia que componen otros mamíferos como la comadreja, el turón, la nutria, la garduña o el visón europeo, entre otros). De distribución muy generalizada en todo nuestro territorio, es todo un especialista en la caza de pequeños mamíferos, sobre todo, roedores y lagomorfos. Tampoco desdeña frutos silvestres de temporada, grandes insectos y moluscos.
Anoche tuve un encuentro con este magnífico animal. Pude observar a un ejemplar entre Santa Inés y Bascones del Agua. El tasugo se encontraba afanado en intentar capturar a un roedor. Tenía medio cuerpo metido bajo tierra mientras la sacaba con sus potentes patas delanteras, dotadas de enormes uñas excavadoras, con la intención de agrandar el agujero del roedor para poder llegar hasta él.
Al notar mi presencia, sacó la cabeza llena de barro y, después de ponerse un instante a dos patas para evaluar la situación, salió corriendo abandonando su faena. Es un bicho torpe en la carrera y no muy rápido, pero impone cuando se aposta sobre sus cuartos traseros y te mira fijamente. Bueno, más que mirar, te olfatea ya que es un poco miope.
A los pocos segundos de irse, salió del enorme agujero hecho por el tejón, un asustado ratón que buscó refugio entre la vegetación de la cuneta. Por los movimientos de este, asustados y aturdidos, el hocico del tasugo debió estar muy, muy cerca...
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