En una pitanza de buitres, en Bascones del Agua, un precioso buitre negro de dos años. Alegría doble porque no se ha levantado el primero, como en otras ocasiones, y la luz estaba en su sitio. No era la perfecta, pero estaba en su sitio... He podido tirarle una buena remesa y, para no ser fotógrafo aficionado, este es el resultado.
Se le veía imponente entre sus primos, los leonados, después de compartir un par de ricos, jugosos y apestosos cerdos. Es una pasada ver como mantienen las distancias con él y siempre guardan unos centímetros de seguridad.
Después de un rato, fue de los primeros en levantar el vuelo.
Entre los casi 300 buitres que habría allí, destacaba este marcado con banda alar amarilla y dígitos alfanuméricos negros "C7F". Ya estoy gestionando la información sobre su procedencia y su anillador y, cuando tenga algo, lo pondré aquí. Es un pájaro joven.
Después de un rato, fue de los primeros en levantar el vuelo.
Entre los casi 300 buitres que habría allí, destacaba este marcado con banda alar amarilla y dígitos alfanuméricos negros "C7F". Ya estoy gestionando la información sobre su procedencia y su anillador y, cuando tenga algo, lo pondré aquí. Es un pájaro joven.
En las praderías de Lerma y en el mismo bando mixto de fringílidos, he vuelto a ver al híbrido de canario y jilguero. Hoy ha estado más cerca y con una luz muy maja, lo que ha hecho que pueda ver que lleva una anilla, quizá blanca de plástico, en su pata derecha. En esta foto se le ve bien.
Y, un pájaro que me fascina. Durante los meses de septiembre y octubre, todos nos hinchamos a ver papamoscas cerrojillos a centenares. Es un pájaro, además, relativamente confiado y que por sus hábitos, se deja ver muy bien. Pero en esa época del año, tanto machos como hembras y juveniles, lucen prácticamente el mismo plumaje (si pincháis en la especie en el listado de la derecha, veréis de que hablo). Cuando los machos están verdaderamente preciosos y espectaculares es ahora. El problema es que el paso primaveral de esta especie es mucho más escaso que el otoñal debido, parece ser, a una migración "en lazo". Consultando mi base de datos personal, he podido comprobar que llevaba ¡7 años! sin ver un macho adulto en plumaje nupcial, de esta especie. La última vez fue un mes de abril, en unos tarays del Centro de Interpretación de las Lagunas de Villafáfila, en Zamora. Pues bien, hoy he vuelto a ver uno, y he respirado hondo, a parte de hacerle todas las cutre-fotos que he podido.
Por allí también un grupito de unas 12 lavanderas boyeras, entre las que había, 3 de la subespecie inglesa, flavissima. Una de ellas es era esta, un macho.
El resto eran todas de las nuestras, iberiae como este macho, digamos, típico.
Y, esta, sería una lavandera boyera de la subespecie centroeuropea, flava, aunque no de las típicas. Hay que fijarse en la ceja larga y fina que termina muy por detrás del ojo y en que su mejilla no es gris oscura completamente, como en iberiae, sino que tiene una mancha blanca debajo del ojo. La flava "típica", suele tener la garganta completamente amarilla, pero no siempre, ya que hay muchos ejemplares que la presentan con un poco de blanco, como sucede con esta. Aunque, si os fijáis y la comparáis con la de arriba, esa extensión del blanco no es tan grande como para iberiae.
Os recomiendo, para la comprensión del difícil grupo de las subespecies de lavandera boyera y de la familia de los motacíllidos en general (bisbitas y lavanderas), este libro: "Pipits and wagtails of Europe, Asia and North America" de Alström, Mild y Zetterström. Uno de mis libros favoritos, sin duda.
Bonita mañana
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